jueves, 18 de septiembre de 2014

Te Busco


Mateo 18:11  Porque el Hijo del Hombre ha venido para salvar lo que se había perdido.
En septiembre de 2013 mi hijo cumplió un  año así que decidimos festejarle haciendo una fiesta. La fiesta se realizo un un parque cercano a nuestra casa. Al terminar la fiesta empezamos a limpiar y alistar todo para regresar a casa. Mi esposa y yo no teníamos automóvil, por esa razón necesitábamos quien nos llevara a casa, una pareja de la iglesia ofreció a  llevar a mi esposa y a mi hijo, yo y mi hija esperaríamos a mi mama. Acompañe a mi esposa, me despedí y procedí a regresar al área  de juegos donde se encontraba mi hija. Al llegar ahí me senté en una banca y espere ver a mi hija, pasaron un par de minutos y no miraba a hija, decidí investigar. Me acerque a la resbaladilla y observe de un lado a otro, no había rastro de mi hija. Empecé a llamar su nombre, y desesperado corrí hacia otra área de juegos, no la miraba. Le pedí a Dios por mi hija con la desesperación de un hombre que puede perder lo mas hermoso que tiene. Camine unos metros y observe a una niña que con desesperación buscaba y corría gritando  mamá! mamá! Ella corria hacia afuera de el parque dirigiéndose hacia el área del estacionamiento donde los carros iban y venían. Llame su nombre y corrí hacia ella, la tome en mis brazos y lagrimas vinieron a mis ojos, no podía imaginar que hubiera pasado si no hubiera llegado a ella a tiempo, también era una felicidad poder tenerla en mis brazos sana y salva.
Así como yo busque a mi hija, al saberla perdida, Dios también nos busca. Grita nuestro nombre y con desesperación corre a recuperarnos. Cuando no escuchamos la voz de Dios no significa que no nos llame, solo es que tal vez corremos en sentido contrario  a donde el esta.
Dios quiere tomarnos ante de que lleguemos al área mas peligrosa, voltea, lo mas seguro es que el venga corriendo a tu rescate. Recuerda que " He aquí, yo estoy a la puerta y llamo; si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré a él, y cenaré con él, y él conmigo" Apocalipsis 3:20

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