martes, 30 de junio de 2015

¡En el hoyo!


Mateo 28:18 Y Jesús se acercó y les habló diciendo: Toda potestad me es dada en el cielo y en la tierra. 19 Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo; 20 enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado; y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo. Amén.


Cuando tenia unos 6 años estaba jugando en el patio de la casa, mi mama estaba trabajando y mi papa dormía por que trabajaba de noche. En el patio de la  casa había un hoyo un poco hondo al cual simple me decían que no me metiera, ese día lo mire y me dije a mi mismo " si yo me meto estoy seguro que puedo salir de ese hoyo,"  estaba equivocado, entre en ese hoyo y por mas que trate no pude salir, grite por un buen tiempo y no hubo respuesta. Era costumbre en ese tiempo que mi mejor amigo pasaba por mi y caminábamos justos a la  escuela, ese día el llego a mi casa me hablo y como no salí el se fue a la escuela.  Ya estando en la escuela la maestra pregunto por mi y mi amigo le contesto que no salí cuando llego por mi, a lo que mi maestra un poco preocupada le pidió que regresara a mi casa a buscarme. Se formo un grupo de algunos cinco compañeros y fueron con la misión de encontrarme. Cuando estos niños llegaron a mi casa tocaron en el cerco y no hubo respuesta así que decidieron entrar, cuando se acercaron escucharon mis gritos y vieron que estaba en ese hoyo, ellos buscaron algo con que sacarme hasta que enconaron algo suficientemente largo para jalarme hacia afuera y así sacarme de el hoyo.

Hermano hay mucha gente todavía atrapadas en hoyos, que gritan y que no les escuchan. Nuestro Maestro no ha enviado a nosotros, así como mi maestra envío a esos niños, a ayudarles a salir, estoas personas están desesperados por encontrar a alguien que les de la mano y poder salir. Nuestro Maestro nos ha equipado con las herramientas necesarias para ayudar, por que hermano estar en el hoyo trae desesperación, trae angustia, trae dolor. La gran comisión nos manda a ti a mi a predicar la palabra de Dios, liberando así a la gente de las cadenas y sacándolos de los hoyos en que se encuentran.

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