miércoles, 13 de mayo de 2015

Hijos Esclavos


2 de Reyes 4:1 Cierto día, la viuda de un miembro del grupo de profetas fue a ver a Eliseo y clamó:
—Mi esposo, quien te servía, ha muerto, y tú sabes cuánto él temía al Señor; pero ahora ha venido un acreedor y me amenaza con llevarse a mis dos hijos como esclavos. 2 —¿Cómo puedo ayudarte? —preguntó Eliseo—. Dime, ¿qué tienes en tu casa? —No tengo nada, solo un frasco de aceite de oliva —contestó ella. 3 Entonces Eliseo le dijo:—Pídeles a tus amigos y vecinos que te presten todas las jarras vacías que puedan. 4 Luego ve a tu casa con tus hijos y cierra la puerta. Vierte en las jarras el aceite de oliva que tienes en tu frasco y cuando se llenen ponlas a un lado. 5 Entonces ella hizo lo que se le indicó. Sus hijos le traían las jarras y ella las llenaba una tras otra. 6 ¡Pronto todas las jarras estaban llenas hasta el borde! —Tráeme otra jarra —le dijo a uno de sus hijos.  —¡Ya no hay más! —le respondió. Al instante, el aceite de oliva dejó de fluir.

Hermano, hermana, hoy quiero ser claro con lo que voy a escribir, es un asunto de suma importancia. En el libro de 2 de Reyes capitulo 4 encontramos la historia de una viuda de un profeta que estaba apunto de perder a sus hijos por culpa de las  acreedor había venido y amenazaba con llevarse a los hijos de un profeta del Dios altísimo y hacerlos esclavos, hermano el tiempo pasa, pero la vida no cambia, en estos tiempos hay un acreedor que se esta llevando a los hijos de los siervos de Dios y ¡los hace esclavos! Ese acreedor, satanás, la serpiente antigua, se ha valido de artimañas para llevarse a los tesoros mas grades que Dios nos ha dado, Nuestros hijos yacen esclavizados en vicios, en miseria, y tantas otras cosas de las que no los podemos librar.

La viuda estaba desesperada por que no sabia como podría librar a sus hijos, así que le pidió ayuda al siervo de Dios y este le respondió llenando su casa de aceite con el cual pudieron pagar sus deudas. Hermano si consideramos esta aceite a la oración encontramos la clave. La oración, la intercesión, la guerra espiritual no son solo una herramienta, si no que son una necesidad para liberar a nuestros hijos. Hermano ¿oras por tus hijos? Cuando nació mi hija, mi esposa me dijo que teníamos que empezar a orar por su futuro esposo, a mi me pareció algo extraño, pero al pensarlo entendí que eso tenia que ser algo normal, yo no quiero que mis hijos enlacen sus vidas con esclavos y que mejor que tener 20 año de guerra espiritual por ese futuro matrimonio, recordemos que los principados bloquearon la respuesta a la oración de Daniel por 21 días (Daniel 10).

Hermano ora, intercede, guerrea por tus hijos. Estamos a veces tan ocupados con proveer a nuestros hijos con las necesidades físicas que muchas veces descuidamos las necesidades espirituales. Y como escribí al principio quiero ser claro, nuestros hijos están abandonando la fe para ir a la esclavitud, cuidémosles, no dejemos ser a nuestros hijos esclavos.

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