jueves, 16 de octubre de 2014

La ley de Murphy


Salmos 37:5 Encomienda a Jehová tu camino, Y confía en él; y él hará.

La ley de Murphy dice que todo lo que puede fallar fallara. Cuan cierto es esto en el diario vivir. En el día a día hay un sin fin de cosas que tienen el peor de los finales, pero muchas veces eso ya lo tenemos en nuestra mente de antemano.

Un día regresaba a mi ciudad de noche, hacia un viaje de aproximadamente una hora manejando. Una de las llantas de mi carro no estaba al cien por ciento y sabia que no aguantaría mucho, pero aun así decidí tomar un camino alterno que me ahorraría unos veinte minutos de camino. En este camino no había ninguna llantera  y estaba en muy malas condiciones, pero me ahorraría tiempo así que pensé para mi mismo "en cuanto llegue puedo buscar una llantera" al faltarme unos 15 kilómetros para llegar a la salida que tomaría para llegar a casa pensé que lo peor que podía pasarme era que la llanta explotara en la autopista una salida antes de la yo tenia que tomar, bueno para que decir mas, la llanta exploto alrededor de un kilómetro antes de la salida que estaba antes de la salida que yo necesitaba tomar, bueno por lo menos tenia mi celular para llamar a alguien, pero claro en ese momento se descargo y claro yo no tenia un cargador conmigo. Empecé a caminar los ocho kilómetros que me alejaban de la entrada de la ciudad, y caminaba por la orilla de un río hasta que mire luces, era una comunidad para personas mayores de 55 años, me acerque ahí, el guardia de seguridad me presto su teléfono y pensé para mi mismo "lo peor que puede pasar es que no me contesten," le marque a mi hermano y a mi mejor amigo y ¡sorpresa! no hubo respuesta, axial que emprendí los cinco kilómetros que me faltaban y llegue a las puertas de la ciudad y use un teléfono publico y llame a mi amigo y fue por mi y ahí termino mi podía en que todo lo que podía salir mal salio mal.

Generalmente somos pesimistas a lo que viene, a los resultados de lo que estamos haciendo. Salmos 37:5 nos dice que encomendemos a Dios nuestro camino, cuando le encomendamos a Dios nos olvidamos del pesimismo por que recordamos que al igual que en Génesis uno, todo lo que Dios hace es bueno. Encomendemos a Dios nuestro camino y olvidémonos del pesimismo y de los malos resultados. Cuando estamos con Dios la ley cambia a todo lo que podía salir bien saldrá mejor.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario