miércoles, 15 de octubre de 2014

Dios, duele.


Mateo 11:28 Venid a mí, todos los que estáis cansados y cargados, y yo os haré descansar.

Aprendamos a compartir con Dios todos nuestros sufrimientos.
Dije: “Dios, me duele”.
Y Dios dijo: “Lo sé”.
Dije: “Dios, he llorado tanto”.
Y Dios dijo: “Para eso es que te di lágrimas”.
Dije: “Dios, estoy tan deprimido”.
Y Dios dijo: “Por eso es que te di el brillo del sol”.
Dije: “Dios, la vida es dura”.
Y Dios dijo: “Por eso es que te di a seres queridos”.
Dije: “Dios, mi ser más querido murió”.
Y Dios dijo: “El mío también”.
Dije: “Dios, es una pérdida tan grande”.
Y Dios dijo: “Vi al mío clavado en una cruz.”
Dije: “Dios, pero tu ser más querido vive”.
Y Dios dijo: “El tuyo también”.
Dije: “Dios, duele”.
Y Dios dijo: “Lo sé… pero estoy contigo”.

Podemos darle una lista infinita a Dios, llorar e implorarle que escuche, lo que se nos olvida es que somos hechos a imagen y semejanza de el. Dios al igual que nosotros siente, el sabe cuando sufrimos y llora con nosotros. Jesús se llamo el buen amigo, y como buen amigo el esta con nosotros en esos momentos cuando duele.

En la reflexión, la primera vez que la leí, venia un texto que decía que Dios es mas humano de lo que pensamos, el sabe sufrir nuestros dolores. Si estas sufriendo recuerda que el esta ahí para llorar contigo, pero también para brindarte un consuelo que nadie mas te podrá dar.

Aprende a traer tus cargas a el si ya estas cansado, el es el único que te puede hacer descansar.

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