Job 11:16 Porque olvidarás tu aflicción, como aguas que han pasado la recordarás.
Hoy en el trabajo me toco sacar un árbol. Este árbol al parecer tenia muchos años en la propiedad, al escarbar alrededor de el árbol mire que las raíces eran algo profundas y algunas iban muy lejos. Algunas de las raíces iban hacia abajo de la casa y se perdían debajo de ella. La razón por la que las raíces estaban tan grandes es simple, el árbol tiene muchos años desde que fue plantado y su necesidad era extender sus raíces para poder alimentarse.
En la vida acumulamos muchas cosas que echan raíces y muchas de ellas duran tantos años enterradas en nuestros corazones que las raíces toman profundidad. y es difícil arrancarlas. El pecado, el dolor, la tristeza y muchas mas cosas llegan a definirnos debido a la profundidad que han conseguido en nuestro ser. Debido a la profundidad que tenían las raíces de el árbol me tomo algo de tiempo y trabajo cortarlas y sacarlas, esta es precisamente la formula para deshacernos de esas raíces que tenemos tan profundamente guardadas, el cambio no sera de un día para otro, necesitaremos trabajo, pero con dedicación y ayuda de Dios un día podremos decir que ya no hay rastro ni fruto de los arboles de desesperación y dolor que por tantos años formaron parte de nuestra fachada.
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